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Caigámonos mal

Posted by Valentin Gonzalez Guerrero on 12:32 in , , ,

La necesidad de sentirse querido es inherente al ser humano. Éste busca el aprecio ajenos a través de sus capacidades y relaciones con su ambiente. En una sociedad tan aburguesada como la nuestra donde las necesidades mas básicas de la pirámide suelen estar cubiertas, una gran parte de nuestra persona busca afiliación y reconocimiento hasta extremos en los que la autoestima real puede llegar a confundirse con la sobreidealizada que, por una necesidad de codicia que enmascara una serie de carencias afectivas, bajo una premisa ilusoria puede resultar contraproducente para nuestro propio ego.
El reconocimiento externo puede crear dependencia en aquel que lo busca compulsivamente con la gravedad añadidad de la tolerancia provocada por la adicción al objeto que la desencadena. La obsesión y adicción al reconocimiento social o, lo que mas comúnmente llamamos "morir de éxito" es un problema grave y serio porque no es la causa sino el síntoma de una enfermedad subyacente que debe ser tratada como medida ya no preventiva sino curativa.
Según Maslow (1975 ) partiendo de la discusión de los teólogos del orgullo, de las teorías Frommianas sobre la autopercepción, como útil para descubrir la naturaleza de uno mismo, del trabajo de Rogers "consigo mismo", de los ensayistas como Ayn Diand, así como de otras fuentes. Hemos observado los peligros de basar el auto-aprecio en las opiniones de otros mas que en la capacidad real, la eficacia de la tarea.
El auto-aprecio mas estable se basa en el respecto merecido, la fama, la celebridad externa y la adulación no deseada. "Si te fijas, tal como está el patio, el que intenta caerte bien es porque pretende sacarte algo. Casi siempre votos, dinero o tiempo, y muy a menudo, una peligrosa combinación de las tres". (Mejide, 2008)
Que tengas un mal día.

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